Muy cerca de Madrid, Segovia todavía conserva el espíritu de las viejas ciudades castellanas. Estos son algunos de los monumentos que valoró la Unesco para declararla Patrimonio de la Humanidad en 1985.
Se trata de uno de los más espectaculares legados que el Imperio Romano dejó en España. En total, 166 arcos forman los más de 17 kilómetros del acueducto que transportaba el agua desde La Acebeda hasta el Alcázar, desafiando a la gravedad, ya que sólo el equilibrio de fuerzas mantiene en pie esta construcción que prescinde de cualquier tipo de argamasa. Cuenta la leyenda que el acueducto lo construyó el diablo en solo una noche para conseguir el alma de una joven que le había tentado de este modo: "te ofreceré el alma si haces llegar el agua a mi casa antes de que cante el gallo".
El ábside de este templo, cuya construcción comenzó en 1525, marca la frontera entre la Plaza Mayor y la Judería Vieja. En su interior destacan las vidrieras del siglo XVI y el Retablo Mayor diseñado por Sabatini.
Las espléndidas vistas del Pinarillo (con el cementerio judío), Zamarramala y la iglesia de la Vera Cruz son ya un motivo más que suficiente para acercarse a esta antigua fortaleza, convertida en residencia de reyes desde el siglo XIII. Un profundo foso con puente levadizo abre paso a esta fortaleza, desde cuya torrecilla Alfonso X estudiaba el firmamento. A su izquierda, la Casa de la Química, construida en la época de la Ilustración y centro de investigación de Louis Proust.
Otros lugares de interés