Forman parte de la vida de la ciudad desde hace varios siglos y han visto desfilar ante ellas generaciones enteras de madrileños. La Puerta de Alcalá, la Puerta de Toledo, la Puerta de San Vicente y la Puerta de Hierro fueron levantadas en lugares de tránsito, coincidiendo con los principales caminos de entrada a Madrid, pero dejando de lado la funcionalidad de sus antecesoras (entre las que se encontraban las de Santa María, Puerta Cerrada, la de la Vega, la de Guadalajara, Segovia, Atocha y Santo Domingo).
La Puerta de Alcalá, construida para Carlos III en el siglo XVIII, es uno de los monumentos icónicos de la ciudad.
Monumento de granito y piedra erigido para conmemorar la llegada a Madrid de Fernando VII.
Cerca de la estación de Príncipe Pio se encuentra esta puerta monumental encargada por Carlos III a Sabatini.
Construida durante el reinado de Fernando VI, es una joya de estilo barroco clásico.
La entrada monumental más antigua al parque del Retiro, realizada en el siglo XVII en honor de Mariana de Neoburgo, segunda esposa de Carlos II.
Creada por Francisco Sabatini en 1774, es uno de los ejemplos más destacados del neoclasicismo en Madrid.
Una selección de las estatuas más interesantes de Madrid que el visitante puede descubrir en Madrid.
Un recorrido por las fuentes más emblemáticas de Madrid.